Todos cometemos errores. Por desgracia, el riego excesivo es uno de los que puede causar hojas amarillas, retraso en el crecimiento y otros problemas en las plantas. Incluso puede provocar la mortal enfermedad de la podredumbre de las raíces. Es importante conocer los signos del riego excesivo, cómo prevenirlo y cómo arreglar una planta regada en exceso si se produce.
Cómo arreglar una planta regada en exceso: Deje de regar su planta temporalmente y mejore el drenaje. Identifique y trate inmediatamente la podredumbre de las raíces. Considere la posibilidad de cambiar la maceta y la tierra para favorecer un mejor drenaje y un secado más rápido del suelo. Aumente la ventilación y la temperatura, y reduzca la humedad.
En este artículo podrás ver...
- 1 Los peligros del riego excesivo
- 2 ¿Cómo saber si su planta está demasiado regada?
- 3 Riego excesivo: Causas y prevención
- 4 ¿Es posible arreglar una planta regada en exceso y cuánto tiempo lleva?
- 5 Cómo arreglar una planta regada en exceso
- 6 Una visión general del tratamiento de la podredumbre de la raíz
Los peligros del riego excesivo
El riego excesivo es la principal causa de muerte de las plantas en maceta. Algunos especímenes se encogen de hombros ante las condiciones desérticas, la pobreza del suelo, la escasa luz y el descuido, pero se rinden tras una sobredosis de agua. No parece justo.
El riego es la forma en que los principiantes muestran su amor, ¿y está mal? La contradicción es confusa hasta que se entiende lo que ocurre.
El riego excesivo es perjudicial para una planta de dos maneras:
El riego excesivo ahoga las raíces
Una de las principales funciones de las raíces es el intercambio de gases: necesitan extraer oxígeno del suelo. Una mezcla inundada ahoga las raíces y asfixia a la planta.
El riego excesivo favorece las infecciones
Al bloquear el oxígeno de la zona de las raíces, el riego excesivo crea el entorno anaeróbico en el que crecen y prosperan los patógenos de las enfermedades.
Un riego correcto en un suelo con buen drenaje deja la mezcla lo suficientemente húmeda para que las plantas obtengan humedad y nutrientes, a la vez que proporciona suficiente aireación para que el sistema radicular respire.
Un remojo de corta duración (5-10 minutos) no perjudica a la planta siempre que la tierra se drene inmediatamente y a fondo.
¿Cómo saber si su planta está demasiado regada?
Una planta regada en exceso puede parecer una planta poco regada, y es muy importante saber la diferencia. Un paso en falso más con el riego puede suponer un desastre.
Compruebe la tierra y revise el programa de riego reciente de la planta. Asegúrese siempre de que la tierra se ha secado correctamente antes de volver a regar.
Además de la tierra empapada, estos son los síntomas de una planta regada en exceso:
- Marchitamiento. Este es un signo común del riego insuficiente, pero las plantas a las que se les ha cortado el flujo de nutrientes por exceso de riego también pueden marchitarse.
- Hojas y tallos blandos o hinchados. El follaje de una planta poco regada se vuelve seco y crujiente.
- Las hojas se vuelven de un color verde más claro.
- Follaje amarillento o marrón.
- Caída de hojas viejas y nuevas.
- Manchas marrones en las hojas y en las puntas de las hojas.
- Edema de las hojas. Parece una ampolla y está causado por un exceso de agua en las células de la planta. Puede dar lugar a picaduras.
- Crecimiento lento y retraso en el crecimiento.
- Crecimiento de hongos o moho en las hojas, el suelo y los tallos.
- La presencia de oídio, mosquitos del suelo u otras plagas amantes de la humedad.
Riego excesivo: Causas y prevención
Nadie quiere ahogar sus plantas. Es mucho mejor prevenir el riego excesivo que tener que arreglar una planta regada en exceso en primer lugar. Entender las razones del riego excesivo le ayudará a tomar medidas para prevenirlo.
Regar con demasiada frecuencia
Esta es la razón más obvia del riego excesivo. Se necesita experiencia para darse cuenta de que regar demasiado es peor que regar poco y que no es la solución a todos los males de las plantas.
Regar en exceso no es sólo un error de principiante. Puede ocurrir fácilmente cuando se cuida un grupo de plantas de interior juntas. Las plantas tienen necesidades individuales de agua: lo que hace que su Lirio de la paz feliz ahogará a una una suculenta. Tampoco se puede regar según un horario preestablecido. La regla es comprobar siempre el suelo antes de volver a regar.
Suelo con mal drenaje
El principal factor que contribuye al exceso de riego es el mal drenaje. Esto hace que el agua se acumule alrededor de las raíces. No se trata necesariamente de la cantidad de agua que recibe una planta, sino del tiempo que la tierra permanece excesivamente húmeda.
Tenga en cuenta que una mezcla bien drenada con mucha materia orgánica puede compactarse con el tiempo a medida que los aditivos se descomponen. Los medios inertes que no se descomponen, como la piedra pómez, la perlita o la arena gruesa, son una opción más estable si no se sustituye la tierra con frecuencia.
Tipo de planta
Las diferentes especies varían en cuanto a la cantidad de agua que necesitan, por lo que tienes que conocer las necesidades de cada una de tus plantas. Si pones todas tus plantas de interior en el mismo programa de riego, corres el riesgo de regar demasiado a algunas de ellas. Cada planta debe ser controlada individualmente.
Por cierto, la diferencia entre las plantas no suele estar en la forma de regarlas: saturar la tierra suele ser correcto. La diferencia importante está en la composición ideal del suelo y en lo seca que debe estar la mezcla entre sesiones.
Por ejemplo, la tierra de un cactus debe estar tan profundamente empapada cuando se riega como la de un helecho sediento; la diferencia es que la tierra de una suculenta debe drenar muy rápidamente y dejarse secar mucho más entre cada rehumectación.
Temperatura
El agua se evapora más rápidamente en condiciones de calor y viceversa. Si se riega según un programa basado en temperaturas cálidas, es fácil excederse en un clima más frío.
Tamaño del recipiente
Las macetas más grandes absorben más agua y tardan más en secarse. Una situación común de exceso de riego es continuar con la misma frecuencia después de trasplantar a un recipiente más grande. La tierra que tardó una semana en secarse en una maceta pequeña tarda más en llegar a ese punto en un recipiente más grande.
Material de la maceta
Una maceta de terracota es el recipiente más permisivo para el riego: el material es lo suficientemente poroso como para permitir que la humedad salga y que la tierra respire. Un recipiente de cristal o de plástico sella eficazmente la humedad en su interior y frena la evaporación.
Asegúrese siempre de que su planta está en una maceta con al menos un orificio de drenaje. Trasplante si es necesario. Si te preocupa la escorrentía o simplemente quieres un aspecto más decorativo, pon la maceta con agujeros de drenaje sobre guijarros dentro de un recipiente sellado más grande.
Viento
Si trasladas una planta en maceta al exterior, ten en cuenta que el viento hará que la tierra se seque más rápidamente. Por el contrario, si basas un programa de riego en condiciones de viento, es fácil que riegues en exceso cuando el viento amaine.
El reposo vegetativo
Muchas plantas entran en ciclos regulares de inactividad cuando no necesitan tanta agua. Esto suele coincidir -aunque no siempre- con un periodo de inactividad por el clima frío. Aprende a conocer los ciclos de tu planta y prepárate para recortarla cuando muestre signos de inactividad.
Humedad
La humedad del aire ralentiza la evaporación del suelo y hace que la frecuencia de riego sea variable. Ya sea que la humedad del aire provenga de bandejas llenas de agua, depósitos de goteo, humidificadores o simplemente del vapor de la ducha en un baño, la alta humedad y el riego celoso pueden ser una combinación peligrosa.
¿Es posible arreglar una planta regada en exceso y cuánto tiempo lleva?
La mayoría de las plantas pueden superar los daños causados por el riego excesivo y volver a estar sanas, pero la recuperación total depende de tres cosas:
La resistencia de la planta
Una planta resistente puede recuperarse de las condiciones de humedad a las que sucumbe un espécimen más delicado. La mayoría de las plantas de interior pueden recuperarse por completo, pero algunas no volverán a ser las mismas.
Cantidad de daños
La cantidad de daño y la velocidad de detección son cruciales para determinar si se puede arreglar una planta regada en exceso. Una planta puede languidecer si la tierra ha permanecido demasiado húmeda durante un largo periodo, o puede que tenga que cortar tanto material infectado que tardará mucho tiempo en volver a crecer.
Tratamiento y cuidados posteriores
Tomar las medidas adecuadas para arreglar una planta regada en exceso sin demora y darle un buen cuidado posterior aumenta en gran medida las perspectivas de una recuperación completa.
La velocidad de recuperación también varía según la especie. Las plantas de crecimiento más rápido se recuperarán de forma natural más rápidamente que las de crecimiento lento. Algunas plantas de tipo arbustivo pueden tardar años en recuperar sus antiguas dimensiones, mientras que una tropical energética puede reponer su crecimiento en una sola estación cálida.
Cómo arreglar una planta regada en exceso
Si sospecha que ha regado en exceso a su amigo verde, lo primero que debe hacer es dejar de regar.
Como norma, debes dejar que la tierra vegetal se seque entre remojo y remojo. La pauta para muchas plantas es dejar que se sequen primero los cinco centímetros superiores de la tierra. Dejar que la mitad superior de la maceta se seque es mejor para la mayoría de las suculentas. Incluso la mayoría de las plantas amantes de la humedad no quieren un suelo empapado y se benefician de un periodo (corto) de tierra superior seca para desalentar a los mosquitos y los problemas de hongos.
Un método práctico para determinar si es hora de volver a regar es levantar la maceta y sentir si está cargada de humedad. Con un poco de práctica, puedes saber rápidamente si la planta necesita agua. Un método más directo es introducir el dedo, un palillo o un medidor de humedad en la tierra. En este artículo se explican más formas de saber si la planta necesita agua.
Recuerda que no debes excederte en el periodo de secado, ya que eso sólo aumentará el estrés de la planta.
Cómo tratar el exceso de riego leve o presunto
Si nota que la tierra está demasiado empapada o llega a la conclusión de que ha regado en exceso antes de ver signos visibles de daños, puede estar de suerte. Basta con dejar que la tierra se seque adecuadamente para evitar problemas.
Estos son los pasos para arreglar la situación:
- Si hay agua estancada en la tierra, inclina la maceta para que drene.
- Asegúrate de que la maceta está elevada para que pueda drenar completamente.
- Vacía la bandeja de almacenamiento si hay agua en su interior, y vuelve a comprobarla por si se vuelve a llenar.
- Proporcione a la planta una buena luz para estimularla a utilizar más humedad, aunque no mayor que su exposición normal preferida. Nota: Si una planta muestra signos de malestar, es mejor sacarla de la luz brillante, así que usa tu criterio.
- Retenga el abono hasta que vuelvan las condiciones normales. La planta podría estar estresada aunque no haya dado señales visibles, y el abono podría complicar su recuperación.
- Proporcione más calor a la zona para aumentar la evaporación. Unos pocos grados son suficientes: no sobrecaliente la planta.
- Aumenta la circulación de aire para acelerar el secado de la tierra. No hay que poner la planta en una corriente de aire, pero puede ser útil darle más espacio de aire o colgarla en una habitación ventilada.
- Reduce la humedad ambiental. Si utilizas bandejas de agua o un humidificador, considera la posibilidad de dejar de hacerlo hasta que la planta esté fuera de la zona de peligro. Puedes trasladar la planta húmeda a una zona más seca si está con otras que no quieres molestar.
Cómo tratar una planta con signos de estrés por exceso de riego
Si su planta muestra amarillamiento de las hojas, puntas marrones u otros signos de estrés relacionados con el exceso de riego, significa que la situación ha progresado. Después de descartar la podredumbre de la raíz, que requiere una acción más invasiva, hay algunos pasos adicionales que pueden ayudar a solucionar el problema.
Esto puede parecer poco intuitivo, pero aleja la planta de la luz fuerte. No la pongas en la oscuridad, sólo fuera del sol directo o de la luz muy brillante. La luz intensa puede estresar aún más a la planta. Las hojas de una planta regada en exceso suelen luchar por el agua y son vulnerables a la desecación en condiciones de mucha luz.
- Retire parte del follaje de la parte superior de la planta, junto con los brotes, las flores y los frutos. Así se conserva la energía para la recuperación de la planta.
- Evite la fertilización hasta que la planta muestre un nuevo crecimiento.
- Airee la tierra pesada y empapada haciendo algunos agujeros con un palillo o un lápiz. Esto abre más espacio de aire para acelerar el secado, pero no te excedas y dañes las raíces.
- Mueve la tierra. Si la tierra de la maceta está muy húmeda, sácala del recipiente de una sola pieza y colócala sobre una capa de papel de periódico u otro material seco y absorbente. De este modo, se extraerá suavemente el agua del cepellón; sustituye el material según sea necesario.
- Puede ser tentador, pero no intentes exprimir el agua del cepellón. Exprimirla puede dañar las delicadas raíces, lo último que necesita la pobre planta. Puedes dejar el cepellón fuera de la maceta durante varias horas si es necesario, pero no dejes que se seque por completo.
- Aumenta el flujo de aire colocando el cepellón expuesto en una rejilla para que se seque. Un ventilador puede ser útil. No sople una fuerte corriente de aire directamente sobre la planta, sólo utilícelo para aumentar el flujo de aire de la habitación.
- Un deshumidificador puede ser eficaz. Utiliza un modelo Peltier, no uno desecante. Coloca la maceta cerca y obsérvala: no quieres que la tierra se seque.
- Refresque la tierra. Si el problema de riego excesivo está relacionado con la falta de drenaje, puedes enmendar la tierra con materiales de aireación como perlita, piedra pómez y arena gruesa.
Retira con cuidado la planta y limpia la tierra vieja que contenga pocas raíces. Evita dañar el sistema radicular ya estresado: no te limites a sacudir la tierra. Plante el cepellón en la nueva mezcla. También puedes mezclar enmiendas secas en la tierra vegetal.
Una vez que la planta se haya recuperado, trasplántala completamente en una mezcla que drene mejor.
La pesadilla de la naturaleza: la podredumbre de las raíces
Si te preguntas si merece la pena arreglar una planta con exceso de agua, la podredumbre de las raíces está aquí para asustarte. Puede convertir rápidamente tu querida planta en un montón de papilla apestosa. Si no te ocupas de esta condición a tiempo, no tendrás una planta de la que preocuparte.
Sin embargo, con un tratamiento rápido, muchas plantas pueden recuperarse, y vamos a destacar los pasos para diagnosticar y (con suerte) curar la enfermedad.
¿Tiene mi planta podredumbre de la raíz?
Las enfermedades que causan el deterioro y la podredumbre de las raíces están por todas partes. La cuestión es si has proporcionado las condiciones húmedas y anaeróbicas en las que crecen durante el tiempo suficiente como para que tu planta esté infectada.
La forma de comprobarlo es sacar la planta de la maceta con cuidado y mirar las raíces. Las raíces sanas son blancas y firmes; las infectadas son marrones o negras, blandas y tienen un olor desagradable a podrido.
La enfermedad mata desde las raíces hacia arriba: si la enfermedad ha progresado, es posible que también veas tallos hinchados y abultados. Si ha avanzado hasta la fase terminal, el tallo puede desprenderse en la mano. En ese caso, deséchalo con seguridad.
Dejar que la tierra se seque probablemente no sea suficiente: hay que recortar las partes muertas y moribundas, y trasplantar en tierra fresca y seca. Estas medidas drásticas son la mejor oportunidad que tiene tu planta para sobrevivir.
Una visión general del tratamiento de la podredumbre de la raíz
- Limpie o lave la tierra mohosa que vea, teniendo cuidado de no romper las raíces sanas.
- Corte las raíces marrones o negras en descomposición, dejando sólo las partes blancas sanas. Recorte también las hojas amarillentas o dañadas.
- Corta el crecimiento superior en proporción a la cantidad de raíces que hayas tenido que eliminar – las raíces restantes no podrán dar servicio a toda la planta.
- Esteriliza tus herramientas de corte antes y después. Asimismo, esterilice el recipiente viejo antes de reutilizarlo sumergiéndolo en nueve partes de agua y una parte de lejía doméstica durante al menos 10 minutos. Lávelo después con detergente para platos.
- Aclara la tierra infectada de las raíces y trasplanta en un recipiente nuevo o esterilizado con tierra fresca y seca. Algunos cultivadores mezclan canela en la tierra como un suave antifúngico.
- Riegue y escurra bien, y coloque la maceta en un lugar luminoso con luz adecuada. Tal vez quieras añadir té de manzanilla al agua: algunos lo consideran un arma natural contra las infecciones fúngicas.
- Vuelve a regar con cuidado. Recuerda que la planta necesitará menos agua que antes, ya que tiene menos raíces.