El abono puede suponer una gran diferencia en el crecimiento y la salud de tus plantas. Pero, aparte de seguir las instrucciones de la etiqueta y esperar los resultados, ¿cómo funciona el abono? En este artículo se explica cómo los fertilizantes ayudan a las plantas a crecer, qué hace cada uno de sus componentes y cómo utilizarlos de forma segura y eficaz.
¿Cómo funciona el abono? El abono es un suplemento que contiene nutrientes esenciales para los procesos metabólicos básicos de las plantas. El abono se aplica al suelo o se pulveriza sobre las partes frondosas de la planta. Los nutrientes se introducen en la planta a través de las raíces o las hojas e impulsan todos los procesos que tienen lugar dentro de las células.
Hablar de fertilizantes puede convertirse en un tema extenso, ya que tiene muchos entresijos, pero es importante entender lo básico sobre qué es un fertilizante, por qué las plantas necesitan fertilizantes y cómo elegir y aplicar el mejor tipo de fertilizante para sus necesidades. Conocer estos fundamentos te ayudará a utilizar los fertilizantes correctamente y a obtener un crecimiento óptimo de tus plantas.
En este artículo podrás ver...
- 1 ¿Qué es un fertilizante?
- 2 ¿Por qué necesitan abono las plantas?
- 3 Cómo funciona el fertilizante: El papel de los nutrientes individuales
- 3.1 Macronutrientes
- 3.2 Micronutrientes
- 3.2.1 ¿Qué hace el hierro por las plantas?
- 3.2.2 ¿Qué hace el manganeso por las plantas?
- 3.2.3 ¿Qué hace el cobre por las plantas?
- 3.2.4 ¿Qué hace el molibdeno por las plantas?
- 3.2.5 ¿Qué hace el zinc por las plantas?
- 3.2.6 ¿Qué hace el níquel por las plantas?
- 3.2.7 ¿Qué hace el boro por las plantas?
- 3.2.8 ¿Qué hace el cloro por las plantas?
- 4 Cómo elegir un abono
- 4.1 Cómo entender la etiqueta de un fertilizante
- 4.2 Tipos de fertilizantes
- 4.2.1 Convencional frente a orgánico
- 4.2.2 Beneficios de los fertilizantes convencionales:
- 4.2.3 Inconvenientes de los fertilizantes convencionales:
- 4.2.4 Beneficios de los fertilizantes orgánicos:
- 4.2.5 Inconvenientes de los fertilizantes orgánicos:
- 4.2.6 Liberación rápida frente a liberación lenta
- 4.2.7 Granulado frente a soluble en agua
- 4.2.8 Polivalente frente a especial
- 5 Aplicación de fertilizantes
¿Qué es un fertilizante?
Por definición, un fertilizante es una sustancia, ya sea natural o sintética, que se aplica al suelo o directamente a los tejidos de las plantas para suministrar uno o más nutrientes. El propósito de los fertilizantes es complementar la nutrición de las plantas y promover su crecimiento.
Los fertilizantes se presentan en muchas formas diferentes, desde los residuos animales (es decir, estiércol), hasta los residuos de cocina y de jardín altamente descompuestos, pasando por una plétora de productos disponibles en el mercado.
¿Por qué necesitan abono las plantas?
Sea cual sea el tipo de planta que cultive, tiene ciertos nutrientes que necesita absolutamente para su crecimiento. Cada uno de estos nutrientes se necesita en cantidades variables, y tiene un rango en el que se produce un crecimiento óptimo; demasiado poco causa problemas de deficiencia y demasiado causa toxicidad.
Estos nutrientes contribuyen a las funciones celulares básicas de la planta, impulsando su crecimiento, y se conocen como nutrientes esenciales para las plantas. Si alguno de los nutrientes esenciales se encuentra en cantidades limitadas o falta por completo, afectará al crecimiento general de la planta, incluso si todos los demás nutrientes están disponibles en cantidades adecuadas.
Estos nutrientes esenciales para las plantas se encuentran de forma natural en el suelo, en cantidades que varían en función del material parental, el contenido de materia orgánica, el clima local, etc. En muchos casos, los nutrientes también se añaden a los suelos comerciales para macetas durante su fabricación.
Con el tiempo, estos niveles de nutrientes -tanto en los suelos de jardín como en las mezclas para macetas- disminuyen o se agotan porque son absorbidos y utilizados por las plantas o son lixiviados del suelo. Cuando estos nutrientes esenciales para las plantas alcanzan niveles bajos, es necesario volver a añadirlos al suelo en forma de fertilizantes para lograr un crecimiento óptimo de las plantas.
He escrito otro artículo que cubre cómo fertilizar las plantas de interior y toda la información que necesitas para elegir un abono adecuado para tus plantas.
Cómo funciona el fertilizante: El papel de los nutrientes individuales
El nutrientes esenciales para las plantas se dividen en diferentes clasificaciones basadas en la cantidad relativa que necesitan las plantas. En la clasificación más sencilla, los nutrientes se conocen como macronutrientes o micronutrientes.
Macronutrientes
Los macronutrientes, que se necesitan en mayores cantidades en las plantas (de ahí lo de «macro»), suelen participar en procesos importantes como la fotosíntesis y la respiración o sirven como componentes estructurales clave dentro de las células. Los macronutrientes esenciales para las plantas son el nitrógeno, el fósforo y el potasio -también conocidos como macronutrientes primarios- y el calcio, el magnesio y el azufre (macronutrientes secundarios).
¿Qué hace el nitrógeno por las plantas?
El nitrógeno es probablemente el nutriente más conocido que se necesita para el crecimiento de las plantas, y con razón, ya que es el que se necesita en mayor cantidad. La función principal del nitrógeno es regular el crecimiento vegetativo. También es un componente de los aminoácidos y la clorofila y ayuda a completar muchas reacciones enzimáticas en la planta.
¿Qué hace el fósforo por las plantas?
El fósforo es un componente estructural del ADN y el ARN, que transportan la información genética en las células. Por ello, es importante para el crecimiento de las raíces y la floración, procesos en los que se forman nuevas células y se diferencian en partes específicas de la planta.
¿Qué hace el potasio por las plantas?
El potasio tiene un papel más indirecto dentro de las plantas en comparación con el nitrógeno y el fósforo. En lugar de funcionar como un componente estructural, el potasio activa reacciones enzimáticas que son necesarias para la salud y el crecimiento general de la planta.
¿Qué hace el calcio por las plantas?
El calcio, en forma de pectato de calcio, es un componente esencial de las paredes celulares, ya que ayuda a que se formen y se mantengan fuertes. El calcio también participa en numerosos e importantes procesos enzimáticos y metabólicos. Cuando el calcio no está disponible en cantidades suficientes, el nuevo crecimiento tendrá una forma irregular o estará desfigurado. Las plantas con deficiencias de calcio también son menos resistentes al calor, la sequía y las plagas.
¿Qué hace el magnesio por las plantas?
La función principal del magnesio es ayudar a las plantas a realizar la fotosíntesis. Es necesario para que muchas de las enzimas implicadas funcionen correctamente, pero su papel más importante es servir como molécula central y estructural que forma la clorofila.
¿Qué hace el azufre por las plantas?
En comparación con los demás macronutrientes, el azufre sólo se necesita en pequeñas cantidades, pero eso no reduce su importancia. A medida que los procesos metabólicos ocurren dentro de la planta, el azufre se descompone en formas utilizadas para construir moléculas orgánicas como las vitaminas y los compuestos odoríferos bien conocidos en las cebollas y el ajo.
Micronutrientes
Los micronutrientes esenciales para las plantas – hierro, manganeso, cobre, molibdeno, zinc, níquel, boro y cloro – se necesitan en cantidades mucho más pequeñas dentro de las plantas, pero sus funciones son tan importantes como las de los macronutrientes que se necesitan en mayores cantidades. Muchos de ellos activan reacciones enzimáticas, por lo que es importante que su planta reciba la proporción correcta de micronutrientes cuando se la fertiliza.
¿Qué hace el hierro por las plantas?
El hierro es un componente de muchas enzimas que desempeñan un papel en la producción de clorofila, por lo que es esencial para la fotosíntesis. También influye en la transferencia de energía dentro de la planta y contribuye a la formación de lignina, así como a la reducción y fijación del nitrógeno.
¿Qué hace el manganeso por las plantas?
El manganeso contribuye a la producción de cloroplastos, los orgánulos de las células vegetales donde se realiza la fotosíntesis. También influye en la germinación de las semillas y en la madurez de los cultivos.
¿Qué hace el cobre por las plantas?
El cobre activa las enzimas que intervienen en la producción de lignina; las ligninas proporcionan estructura y rigidez a las células vegetales. También es esencial en la fotosíntesis, la respiración de las plantas y la metabolización de los carbohidratos y las proteínas.
¿Qué hace el molibdeno por las plantas?
El molibdeno es un componente esencial de dos enzimas diferentes utilizadas en el metabolismo del nitrógeno, el proceso que toma el nitrato y, a través de una serie de pasos, lo convierte en amoníaco para ser utilizado en la síntesis de aminoácidos. También es fundamental para que las bacterias simbióticas fijadoras de nitrógeno de las legumbres puedan utilizar el nitrógeno de la atmósfera para el uso de las plantas.
¿Qué hace el zinc por las plantas?
El zinc es un componente de muchas enzimas y también contribuye al equilibrio y la actividad de las hormonas de las plantas, especialmente de las auxinas.
¿Qué hace el níquel por las plantas?
La función del níquel es similar a la del molibdeno, ya que ayuda tanto al metabolismo como a la fijación del nitrógeno. En lugar de convertir el nitrato, el níquel es un componente de las enzimas que convierten el nitrógeno ureico en amoníaco. De todos los nutrientes esenciales, es el que se requiere en menor cantidad.
¿Qué hace el boro por las plantas?
El boro es importante para el movimiento de los azúcares dentro de la planta, la producción de aminoácidos, la división celular, la floración y la fructificación.
¿Qué hace el cloro por las plantas?
El cloro ayuda a regular la turgencia en las hojas de las plantas, manteniendo la presión dentro de los componentes celulares de la planta para mantener las paredes celulares rígidas. También ayuda a las plantas a resistir las enfermedades y contribuye a la fotosíntesis.
Cómo elegir un abono
Tratar de elegir un fertilizante para sus plantas puede parecer una tarea increíblemente desalentadora. Un rápido paseo por el pasillo de fertilizantes del centro de jardinería local puede hacer que te rasques la cabeza asombrado por las estanterías y estantes de opciones disponibles.
Para ayudar a que este proceso sea menos desalentador, hablemos primero de las etiquetas de los fertilizantes, y luego pasaremos a explicar los diferentes tipos.
Cómo entender la etiqueta de un fertilizante
Cuando miras la etiqueta de los fertilizantes, una de las primeras cosas que puedes notar es un conjunto de tres números, que se conoce como la relación N-P-K. Dado que el nitrógeno, el fósforo y el potasio son necesarios en mayor cantidad que los demás nutrientes esenciales para las plantas, se utilizan como método universal de etiquetado. Esta proporción permite a los consumidores comparar fácilmente unos productos con otros, ya que indica el porcentaje, en peso, de los tres nutrientes principales en el producto.
Para explicarlo mejor… consideremos una formulación de fertilizante 10-10-10: el nitrógeno, el fósforo y el potasio representan el 10% del peso del producto final. Así, un saco de 10 kilos contiene 1 kilo de nitrógeno, 1 kilo de fósforo (en forma de P2O5) y 1 kilo de potasio (en forma de K2O).
Tipos de fertilizantes
¿Cómo actúa el fertilizante de forma diferente según la formulación utilizada? Una vez que entiendas lo que significan los números en la etiqueta, será mucho más fácil elegir uno específico. La mejor manera de abordar esta cuestión es empezar pensando en los siguientes parámetros básicos y determinar qué es lo que mejor funciona para tus plantas y tus preferencias personales.
Para facilitar las cosas, empezaremos con algunos conceptos muy amplios y luego iremos avanzando hacia otros más específicos…
Convencional frente a orgánico
En primer lugar, hablemos de los productos convencionales frente a los ecológicos, un tema que puede apasionar a los jardineros.
Los fertilizantes convencionales -también conocidos como inorgánicos- suelen estar formulados con materiales sintéticos o artificiales (aunque también pueden contener materiales naturales).
Beneficios de los fertilizantes convencionales:
- Están especialmente formulados para que los nutrientes estén rápidamente disponibles para las plantas. Esto significa que las deficiencias de las plantas se solucionan rápidamente, reduciendo los efectos a largo plazo en sus plantas.
- Son relativamente baratos y están disponibles fácilmente gracias a su producción en masa.
Inconvenientes de los fertilizantes convencionales:
- Dado que los nutrientes están disponibles rápidamente pueden filtrarse del suelo más rápidamente, contaminando potencialmente los suministros de agua y causando problemas medioambientales.
Los fertilizantes orgánicos, en cambio, se fabrican completamente a partir de materiales naturales. Los productos orgánicos suelen consistir en los productos de desecho de los organismos vivos o en los restos descompuestos de los organismos que alguna vez vivieron.
Beneficios de los fertilizantes orgánicos:
- Los fertilizantes orgánicos se consideran más sostenibles desde el punto de vista medioambiental. Requieren menos energía para su producción, lo que supone menos emisiones de gases de efecto invernadero en su fabricación.
- Tras su aplicación, los microorganismos del suelo descomponen los componentes del fertilizante, liberando los nutrientes para que los absorban las plantas. En este momento también se añade materia orgánica al suelo, mejorando su estructura y aumentando la retención de agua en el suelo.
Inconvenientes de los fertilizantes orgánicos:
- Las leyes de etiquetado dictan que la relación N-P-K indicada en el producto sólo incluye los nutrientes inmediatamente disponibles para la absorción de las plantas. Muchos fertilizantes orgánicos tienen componentes que se liberan con el tiempo, por lo que sus proporciones son menores y muchos consumidores piensan que los productos no son tan eficaces porque tienen menos nutrientes.
Liberación rápida frente a liberación lenta
Pasemos ahora a la disponibilidad de los nutrientes. La diferencia entre los fertilizantes de liberación rápida y los de liberación lenta radica en el momento en que los nutrientes están disponibles para la absorción de las plantas.
Los fertilizantes de liberación rápida contienen nutrientes que están inmediatamente disponibles para la absorción de la planta. Como mencioné al hablar de los fertilizantes convencionales, esto es bueno porque ayuda a corregir rápidamente las deficiencias, pero también aumenta la posibilidad de que los nutrientes se filtren del suelo a las fuentes de agua. Los fertilizantes de liberación rápida suelen ser productos convencionales o inorgánicos.
Los fertilizantes de liberación lenta contienen ingredientes que se descomponen lentamente, proporcionando una fuente gradual de nutrientes a las plantas a lo largo del tiempo. Los fertilizantes orgánicos son de liberación lenta, pero los convencionales también pueden formularse para liberar lentamente los nutrientes.
Granulado frente a soluble en agua
Los fertilizantes granulados se fabrican mezclando fuentes de nutrientes secas y luego formando el producto en gránulos para facilitar su aplicación. El producto final puede ser convencional u orgánico en función de los ingredientes utilizados. Los fertilizantes granulares convencionales pueden ser formulaciones de liberación rápida o lenta. También se conocen como fertilizantes secos.
Los abonos líquidos o hidrosolubles se fabrican en concentraciones fácilmente solubles en agua. Usted diluye o disuelve el concentrado en agua en la proporción correcta y luego utiliza esta solución diluida para regar sus plantas. Se mezclan fácilmente y en profundidad, lo que facilita la fertilización de las plantas, pero no están disponibles en fórmulas de liberación lenta.
Polivalente frente a especial
Por último, dentro de las clasificaciones de los fertilizantes, quedan dos tipos para elegir: los de uso general y los especiales.
Los fertilizantes multiuso están hechos para satisfacer las necesidades de la mayoría de las plantas y son una buena opción durante una temporada de cultivo típica si no tienes condiciones de cultivo periféricas o plantas atípicas. Suelen contener los tres nutrientes principales (N, P y K) en niveles comparables para satisfacer las necesidades básicas de las plantas.
Los abonos especiales están diseñados para satisfacer las necesidades de tipos específicos de plantas (amantes de los ácidos, suculentas, orquídeas, etc.) o pueden tener un nutriente en una cantidad considerablemente mayor. Los fertilizantes de tipo especial son útiles para las plantas que tienen ciertas necesidades de micronutrientes que no se satisfacen con los alimentos para plantas de uso general, o si requieren mayores cantidades de un determinado nutriente debido a la forma en que la planta crece.
Aplicación de fertilizantes
La fertilización de las plantas tiene como objetivo ayudar y mejorar su crecimiento cuando hay una falta de nutrientes en el suelo o en la mezcla de la maceta. No es un remedio para todos los males de las plantas y debe hacerse con cuidado.
Si se aplican de forma incorrecta, los fertilizantes pueden causar graves problemas y, posiblemente, dañar permanentemente las plantas. Cuando el crecimiento de la planta se ralentiza o se atrofia, es importante que evalúes si hay otros problemas, como el riego, la iluminación o la temperatura, y que compruebes visualmente si hay plagas de insectos o enfermedades. Una vez que hayas descartado estas otras posibles causas del crecimiento deficiente, es el momento de intentar fertilizar tus plantas.
Sin embargo, ten en cuenta que los nutrientes esenciales para las plantas son necesarios dentro de un rango específico, y es importante que no fertilices en exceso y las «alimentes» demasiado.
Pautas básicas
No existe una regla única para la aplicación de fertilizantes debido a la gran variedad de productos disponibles para su uso y su gama de concentraciones de nutrientes. Las dosis y la frecuencia de aplicación dependen del propio producto, mientras que hay que tener en cuenta los siguientes principios básicos:
- Aplique los fertilizantes a la dosis y frecuencia indicadas en la etiqueta del producto, o incluso a una dosis/tiempo menor. No se trata de que si un poco de algo es bueno, aún más es mejor. Abonar en exceso las plantas suele ser más perjudicial que no darles suficientes nutrientes.
- Aplique los fertilizantes cuando las plantas estén en crecimiento activo, y no en reposo. Cuando las temperaturas bajan durante los meses más fríos del invierno, el crecimiento de las plantas se ralentiza y no es necesario abonarlas.
- Riegue siempre bien los fertilizantes en el suelo después de su aplicación, independientemente de que sus plantas estén en el suelo o plantadas en contenedores.
- No aplique fertilizantes cuando sus plantas estén estresadas debido a un reciente trasplante o trasplante en maceta, o se estén recuperando de problemas de insectos o enfermedades. Deje que pasen un par de semanas después de estos acontecimientos antes de volver a fertilizar.
Consideraciones especiales
¿Cómo funciona el abono en diferentes situaciones? Ciertas condiciones de cultivo requieren algunas consideraciones especiales a la hora de aplicar los fertilizantes. Esto ayuda a garantizar que no se dañen las plantas y que reciban todos los beneficios de la aplicación.
Plantación en tierra
- Mantenga el pH adecuado del suelo. El pH del suelo del jardín influye en gran medida en la disponibilidad de los nutrientes. A medida que el pH del suelo se vuelve más ácido o más básico/alcalino, muchos de los macronutrientes dejan de estar disponibles para su asimilación, lo que crea deficiencias; al mismo tiempo, los micronutrientes están más disponibles, lo que aumenta las posibilidades de toxicidad de los micronutrientes.
Tierra para macetas
- Espere entre 4 y 6 semanas después de plantar sus plantas en maceta para empezar a abonar. Muchas tierras comerciales para macetas tienen fertilizantes añadidos durante la fabricación; fertilizar antes de que se agoten los nutrientes del medio de cultivo causará problemas de toxicidad.
Jardinería en contenedores
- Abone las plantas en contenedor con una dosis menor que la recomendada en la etiqueta y con mayor frecuencia. Las plantas en maceta necesitan ser regadas con más frecuencia que la tierra del jardín. Este riego frecuente hace que los nutrientes salgan más rápidamente de la zona de las raíces, por lo que es necesario reponerlos más a menudo.
Jardinería de hierbas
- Abone sus hierbas, ya sean cultivadas en contenedor o plantadas en el suelo, ligeramente y evite los fertilizantes con alto contenido en nitrógeno. El nitrógeno favorece el crecimiento vegetativo, y un exceso de fertilizante hace que las plantas crezcan demasiado rápido, reduciendo así la concentración de aceites en las hojas de las hierbas, lo que disminuye su sabor.