La fascinante planta de jade es una de las favoritas de los principiantes y de los cultivadores experimentados. Esta suculenta única es tan duradera que se la llama la Planta de la Suerte y se regala tradicionalmente para la inauguración de una casa. Si ves que tu planta de jade se está cayendo, es posible que te preguntes qué está fallando. Veamos qué puede fallar y cómo solucionarlo.
¿Por qué se cae mi planta de jade? La podredumbre de las raíces por exceso de riego o mal drenaje es la posibilidad más seria: los tallos infectados se marchitan antes de caer. El riego insuficiente y la luz inadecuada pueden debilitar los tallos con el tiempo. El trasplante, el exceso de fertilización o el estrés térmico también pueden provocar la caída.
Al comprobar la lista de posibles motivos, lo primero que hay que descartar es la podredumbre de las raíces. Puede parecer lógico regar una planta de jade que se está marchitando, pero eso podría ser el golpe de gracia. Examinemos la planta más de cerca para entender sus necesidades y ver qué está fallando.
En este artículo podrás ver...
- 1 Visión general de la planta de jade
- 2 ¿Por qué se cae mi planta de jade?
- 3 1. Problemas de riego
- 4 2. Suelo que drena mal
- 5 3. Poca luz
- 6 4. Temperaturas extremas
- 7 5. El exceso de fertilización puede provocar su caída
- 8 6. El trasplante puede provocar la caída de la planta
- 9 Poda tu planta de jade para evitar que se caiga
- 10 Consejos de plantación para evitar que tu planta de jade se caiga
- 11 Enfermedades y plagas
Visión general de la planta de jade
El jade (Crassula ovata) es una suculenta africana que se ha convertido en una planta de interior muy popular en todo el mundo. Como prosperan en un clima seco, les encantan las condiciones áridas de la mayoría de los hogares, un buen descanso de la lucha por proporcionar humedad a las plantas tropicales.
También llamada árbol del dinero por sus gordas hojas ovaladas, la planta de jade es longeva y puede pasar de generación en generación. Es poco exigente, no le gusta que la molesten y se nutre de la negligencia. Es una planta de interior ideal para dejarla en paz.
Otra razón de su popularidad es su fácil propagación: las nuevas plantas enraízan fácilmente a partir de las hojas o los tallos que caen al suelo. El único aspecto desagradable del jade es su toxicidad para los animales domésticos, incluidos los caballos; sin embargo, sólo es ligeramente venenoso para los humanos.
¿Por qué se cae mi planta de jade?
Veamos cada una de las causas para ayudarte a identificar por qué tu planta de jade se está cayendo o marchitando. Empezaremos por los problemas de riego, ya que son los más comunes. Si examina cada una de las causas por separado, pronto será capaz de identificar y arreglar su planta de jade.
He escrito otros artículos sobre problemas comunes de las plantas de Jade, así como una guía completa sobre el cuidado de las plantas de Jade, así que lee los siguientes artículos para obtener más información.
- Riego excesivo de la planta de jade – Síntomas y soluciones
- ¿Por qué mi planta de jade se está volviendo roja?
- ¿Por qué mi planta de jade tiene manchas blancas en las hojas?
- ¿Por qué se le caen las hojas a mi planta de jade?
- Cómo cuidar una planta de jade
1. Problemas de riego
El riego excesivo es peligroso para las plantas de jade. Es mucho mejor regar poco que regar demasiado.
No regar lo suficiente puede debilitar la planta y causar indirectamente su caída, pero regar en exceso crea un problema más insidioso y mortal. Los tallos no sólo se caerán, sino que se volverán blandos y se caerán. Si se deja avanzar, la podredumbre de la raíz matará a toda la planta. Adiós a la reliquia.
Los problemas derivados del exceso de riego pueden parecerse a los de la falta de agua, ya que las raíces de una planta infectada por la podredumbre de la raíz no pueden transportar agua y nutrientes a las hojas.
La forma segura de distinguirlo es comprobar las raíces. Levante la maceta y saque la planta con cuidado. Si las raíces son blancas e inodoras, están sanas… si son marrones, blandas y huelen mal, tienes un problema que resolver.
Pérdida de raíces
Las plantas de jade están construidas para sobrevivir en condiciones de sequedad y no pueden soportar el suelo húmedo. El riego excesivo ahoga sus raíces y crea condiciones anaeróbicas para los patógenos de la podredumbre.
Además de obtener raíces marrones y blandas, los tallos de una planta en crisis se vuelven blandos y húmedos. Intenta salvarla con estos pasos:
- Corta las raíces y los tallos afectados y elimina la tierra vieja. Sé fuerte. Sólo puedes salvar las partes que no han empezado a pudrirse. Considera la posibilidad de tratar los cortes con un fungicida.
- Trasplanta en tierra fresca y seca. No reutilices la tierra vieja con patógenos activos.
- Coloca la planta en un lugar con buena luz y déjala reposar en tierra seca durante al menos una semana.
- Inicie con cuidado un régimen de riego adecuado.
La planta puede recuperarse si no está muy deteriorada.
Cómo regar una planta de jade para evitar que se caiga
La tierra de un Jade debe estar completamente seca al menos hasta la mitad de la maceta antes de volver a regar. Introduce tu dedo, un medidor de humedad o un palillo de madera para comprobarlo. Algunos cultivadores levantan la maceta para ver si todavía tiene mucha humedad.
En el interior, regar una vez cada tres o cuatro semanas en la estación cálida es la media. La planta entra en reposo durante el invierno y necesita aún menos. Sin embargo, no dependa de un programa preestablecido: Riegue sólo cuando la tierra esté suficientemente seca.
Cuando riegue una planta de Jade, empápela bien. Es mejor colocar la maceta en un cubo o fregadero con agua que rociar desde arriba. Cuando la tierra se seca mucho, puede resistir el agua, especialmente si contiene turba. Un remojo a fondo asegura que la tierra está saturada y que todas las raíces están regadas.
Después, deja que la planta drene durante al menos cinco minutos. Vacía las bandejas de almacenamiento que haya debajo de la maceta para asegurarte de que no hay agua estancada bajo las raíces.
Empapar bien la tierra imita las lluvias poco frecuentes de las que disfruta la planta en su hábitat natural. ¡Es divertido ver cómo las hojas se engrosan!
2. Suelo que drena mal
El mal drenaje de la tierra es una de las principales causas de la podredumbre de las raíces, por lo que es crucial conseguir la mezcla adecuada. Por suerte, es muy fácil. Una combinación mitad y mitad de tierra para cactus y perlita o piedra pómez funciona muy bien.
Una enmienda con la que hay que tener cuidado es la turba, porque tiene tendencia a repeler el agua cuando está seca. Si ya tienes una mezcla con turba, ten en cuenta que necesitará un remojo extra para volver a humedecerla.
3. Poca luz
La falta de luz provoca que los tallos sean más delgados y se caigan bajo el peso de las hojas pesadas. Las hojas también se harán más pequeñas y oscuras y perderán su brillo cuando haya poca luz. Es posible que no veas venir el problema y sólo te des cuenta cuando, después de regar, las hojas se llenan y arrastran los tallos hacia abajo.
Si le das a la planta suficiente luz, los nuevos tallos serán lo suficientemente fuertes como para soportar el follaje. Los tallos flacos no se engrosan, por desgracia, aunque empieces a darles la luz adecuada: la mejora de las condiciones sólo afecta al crecimiento futuro. La solución es podar los tallos delgados y dejar que la planta vuelva a crecer.
En el exterior, a las plantas de jade les gusta el sol total o parcial, pero no los rayos abrasadores. Las quemaduras de sol se manifiestan en forma de manchas marrones en las hojas, así que aclimate una planta de interior cuando la traslade a un lugar soleado en el exterior.
La luz del sol en el exterior es muy intensa, pero en el interior aceptarán toda la luz que les puedas dar. Se recomiendan cuatro horas diarias de sol directo. Lo ideal es una ventana soleada con orientación sur. Si es necesario, una luz de cultivo puede completar los lúmenes que faltan.
4. Temperaturas extremas
Las plantas de jade toleran temperaturas de hasta 4°C, pero no soportan las heladas. El frío o el calor excesivos pueden hacer que su planta de jade se marchite, al igual que las temperaturas que fluctúan rápidamente.
Les gustan los 18°C (65°F) a 24°C (75°F) durante el día y las temperaturas más frescas por la tarde: un clima desértico suave. Lo ideal es entre 50°F (10°C) y 55°F (°13C) por la noche.
5. El exceso de fertilización puede provocar su caída
Las plantas de jade no se alimentan mucho y se comportan bien en suelos pobres, pero aún así necesitan nutrición para que los tallos crezcan fuertes y no se caigan. Una dosis anual en primavera o verano suele estar bien, aunque algunos propietarios optan por realizar ligeras aplicaciones mensuales durante la temporada de crecimiento. Cualquiera que sea su preferencia, no los alimente durante su período de inactividad en clima frío.
El fertilizante puede quemar las raíces poco profundas y provocar un shock en la planta, así que aplica una solución líquida a la tierra húmeda. Utiliza una dilución de un cuarto de fuerza de un fertilizante equilibrado. Los excrementos de lombriz limitados o el compost son una buena adición: proporcionan una base de nutrición segura -aunque imprecisa-.
6. El trasplante puede provocar la caída de la planta
La regla con los jades es que nunca hay que tratar de resolver los problemas de salud trasplantándolos. El trasplante es mucho más traumático para la planta que la poda.
A los jades no les importa estar atados a las raíces, simplemente dejarán de crecer. Si quieres fomentar el crecimiento, puedes trasplantarlas en una maceta de un tamaño superior cada dos o tres años. Una planta más vieja estará bien con el trasplante o el refresco de la tierra cada cuatro o cinco años.
Trasplante con tierra seca a principios de la primavera, antes de que comience la temporada de crecimiento. Deje que la planta descanse en su nueva tierra una semana antes de regarla. No abones durante al menos un mes para evitar que se quemen las nuevas raíces.
Poda tu planta de jade para evitar que se caiga
Los jades son fáciles de moldear mediante la poda y se prestan a ser enraizados en macetas pequeñas. Sin embargo, sus pesadas hojas tienden a hacer que el jade sea pesado en la parte superior y propenso a caerse si los tallos son débiles. La poda suele ser la mejor solución. No se preocupe: las plantas de Jade son bastante aptas para la poda y son fáciles de moldear.
Utiliza una cuchilla afilada y esterilizada y corta justo por debajo de un nudo o donde el tallo se une a la rama principal. Debajo del corte surgirá un crecimiento sano.
Si estás nervioso porque la planta necesita mucha poda, puedes hacerlo por etapas. Es fácil reproducir los esquejes de tallos y hojas: sólo tienes que dejarlos secar al aire durante la noche para sellarlos, y plantarlos en tierra húmeda.
Consejos de plantación para evitar que tu planta de jade se caiga
Estos son los consejos para mantener tu Jade erguido:
- Por muy exótica e intrigante que sea la planta, resiste la tentación de preocuparte por ella. Los jades son sensibles a los cambios y les gusta el abandono.
- Los jades prefieren permanecer en un solo lugar, así que colócalo en una buena ubicación y no lo muevas.
- Vigila las hojas. Es normal que se arruguen ligeramente cuando se acerque la hora de regar, pero no deberían decolorarse ni caerse en grupo.
- Una maceta sin esmaltar es el mejor recipiente para el Jade; ponlo en una maceta decorativa más grande si te molesta. Añade musgo sphagnum en la parte superior si la maceta interior se muestra.
- Las manchas blancas en las hojas suelen ser depósitos minerales inofensivos que aparecen. Si el agua del grifo está muy mineralizada, considere la posibilidad de utilizar agua filtrada.
- Limpie periódicamente las hojas o aclárelas en el momento de regar. Esto abre los poros de las hojas, deja pasar el sol y ayuda a disuadir a las plagas.
- Es común colocar piedras en el suelo alrededor de un Jade, pero no es una gran idea. Retrasa el secado e impide el sondeo que necesita para decidir cuándo regar.
- Si tu planta te preocupa, considera la posibilidad de reproducir un par de sus hojas para asegurarte.
Enfermedades y plagas
Las plantas de Jade sanas no suelen ser propensas a las enfermedades, y las infestaciones que sufren suelen ser fáciles de tratar. En cualquier caso, los síntomas de su plaga más común, las cochinillas, son hojas abolladas o picadas en lugar de tallos marchitos. Otro invitado frecuente, la cochinilla, provoca el amarillamiento de las hojas mucho antes de que se vea su caída.
Estos problemas de plagas suelen resolverse fácilmente limpiando las hojas con alcohol o aceite de neem, o mezclando tierra de diatomeas en el suelo.