Las hojas amarillas quedan bien en los árboles de otoño… pero no en las plantas de interior. El follaje que envejece se vuelve amarillo de forma natural, pero por lo demás, suele ser un signo de sufrimiento. En este artículo, examinaremos cómo hacer que las hojas amarillas vuelvan a ser verdes y las razones por las que se vuelven amarillas.
Las hojas amarillas suelen ser un signo de estrés, y generalmente no es posible que las hojas amarillas vuelvan a ser verdes. El riego y la iluminación deficientes son las razones más comunes, pero los problemas de fertilización, las plagas, las enfermedades, la aclimatación, las temperaturas extremas o el choque del trasplante son otras causas potenciales.
En este artículo podrás ver...
Resumen: ¿Pueden las hojas amarillas volver a ser verdes?
Una vez que una hoja se vuelve amarilla, por lo general, está perdida. A veces, una hoja con un poco de decoloración causada por una mala nutrición o un estrés leve volverá a reverdecer si el problema se soluciona rápidamente, pero es mejor no hacerse ilusiones.
Sin embargo, esto no significa que la planta esté condenada, ni mucho menos. Unas cuantas hojas amarillas deben considerarse señales de advertencia: si se soluciona el problema, la planta puede recuperar su antigua gloria verde.
¿Qué causa las hojas amarillas?
El follaje contiene cantidades de clorofila, una sustancia química que refleja la luz verde. La clorofila es un elemento vital en la fotosíntesis; una hoja pierde su color verde cuando este proceso se ve interferido y la sustancia química se descompone.
En realidad, el follaje no cambia de color: el pigmento amarillo ya estaba presente en la hoja. Simplemente fue abrumado por las mayores cantidades de clorofila. Cuando la clorofila se degrada, los pigmentos restantes aparecen.
¿Puedo eliminar las hojas amarillas?
Una vez que una hoja se ha vuelto completamente amarilla, ya no produce energía para la planta y puede ser desechada. Si se deja que la naturaleza siga su curso, la hoja acabará secándose y cayendo.
Si quieres apurar las cosas por razones estéticas, tira suavemente de la hoja para ver si está lista para desprenderse. Si la hoja se resiste, no la arranques. En su lugar, recorta la hoja con unas tijeras cerca del tallo.
Nota: Esterilice primero las hojas sumergiéndolas en alcohol isopropílico (para frotar) o mediante otro método eficaz.
Si sólo hay un amarillamiento parcial, puede cortar las partes descoloridas para que la hoja siga siendo útil durante un poco más de tiempo. Sin embargo, si parece que las hojas amarillas de tu planta pueden albergar plagas o patógenos de la podredumbre, es mejor cortarlas.
Causas de las hojas amarillas
Hojas envejecidas
Tu planta desmontará de forma natural las hojas más viejas a medida que vaya creciendo. Las hojas se vuelven amarillas a medida que se apagan y se vacían de clorofila.
El ritmo al que las plantas desechan las hojas viejas varía. Las hojas inferiores suelen ser las más maduras.
Algunos cultivadores esperan hasta que las hojas estén completamente amarillas antes de descartarlas, pero una vez que una hoja vieja se dirige a las salidas puede ser eliminada.
Riego excesivo
El riego excesivo es la razón más común relacionada con el estrés para el amarillamiento de las hojas. Nadie quiere ahogar a sus plantas, pero podemos matarlas accidentalmente con amabilidad.
Si este es el problema, es probable que veas que varias hojas se vuelven amarillas a la vez.
Comprueba si la tierra está empapada bajo la superficie. Las raíces no pueden respirar si el suelo está demasiado húmedo, lo que significa que las hojas no pueden obtener los nutrientes y la humedad que necesitan para realizar la fotosíntesis.
Es importante investigar el exceso de riego porque puede ser una señal de que las condiciones son propicias para podredumbre de la raíz – que puede matar a tu planta rápidamente.
Si el culpable es el suelo empapado, obviamente debes dejar de regar hasta que se seque bien. Aquí tienes otros consejos:
- Reduce ligeramente la luz para aliviar el estrés de la planta.
- Mantenga las temperaturas en el lado cálido del rango preferido de la planta.
- Evalúa las raíces para asegurarte de que están sanas, tienen un olor dulce y están firmes. Si encuentras podredumbre, deberás tomar medidas.
- Si la tierra es pesada y tiene un mal drenaje, considera la posibilidad de trasplantar la planta con cuidado en una mezcla que drene bien.
- Aumente la circulación del aire.
- Ayude a que la tierra se seque más rápidamente desplantando la planta y colocándola sobre un material absorbente como el papel de periódico. (No dejes que la tierra se seque por completo).
- Tenga especial cuidado en controlar la humedad de la tierra hasta que el nuevo crecimiento indique una recuperación.
La cantidad de daños causados por el exceso de riego es un factor importante, pero las plantas varían en cuanto a la rapidez con la que se recuperan. Algunas se recuperan rápidamente, otras languidecen y puede que nunca vuelvan a ser las mismas. Lea mi guía para arreglar las plantas de interior regadas en exceso para ayudar a solucionar este problema.
Si el problema de riego excesivo se detecta a tiempo, las hojas amarillas pueden volver a ser verdes, pero si el daño es importante, estas hojas continuarán su desaparición. El restablecimiento de un riego adecuado hará que el follaje vuelva a estar sano.
Subacuación
El suelo húmedo sofoca las raíces e impide que las hojas reciban agua, pero también lo hacen las condiciones demasiado secas. Sin embargo, el amarillamiento por falta de humedad no suele ser algo que tenga que adivinar: si la tierra está seca y la planta se ha marchitado, tiene una gran pista.
No se limite a echar agua a una planta enferma: regar un espécimen ya excesivamente regado puede ser mortal. Dado que tanto el exceso de riego como la sequía pueden provocar el marchitamiento y el amarillamiento de las hojas, tendrás que comprobar la tierra y revisar su rutina de riego.
Problemas con la calidad del agua
Algunas plantas son muy sensibles a los minerales y toxinas del suelo y pueden verse afectadas por el agua del grifo de la ciudad que contiene cloro o cloramina. También pueden acumularse en el suelo sales procedentes de antiguos fertilizantes y depósitos mineralizados. El estrés puede manifestarse en forma de hojas amarillas o quemadas.
Es una buena práctica lavar regularmente el suelo dejando que el agua extra drene a través de la mezcla en el momento de regar. Lo mejor es utilizar sólo agua desclorada. Si sospecha que la mala calidad del agua es la causa de que sus hojas se vuelvan amarillas, considere la posibilidad de cambiar a agua purificada o a agua de lluvia. Lea este artículo para saber si necesitas cambiar el tipo de agua que utilizas en tus plantas. .
Iluminación
El exceso o la falta de luz pueden provocar que las hojas se vuelvan amarillas. Si las condiciones ambientales no lo aclaran, examine las hojas.
- Demasiada luz directa seca o chamusca el follaje;
- Las hojas sin suficiente luz se mantienen hidratadas. La poca luz reduce la fotosíntesis y disminuye la cantidad de clorofila en la hoja, pero no interfiere en la transferencia de humedad.
Otro indicio de un problema de falta de luz es el amarillamiento en el lado más alejado de la fuente de luz. Lea este artículo para asegurarte de que la iluminación de tus plantas es la adecuada.
Problemas de nutrientes
Aunque no es la causa más común, las deficiencias de nutrientes pueden causar el amarillamiento y las deformidades de las hojas. Sólo asegúrate de comprobar otros motivos antes de echar mano del fertilizante.
Existe la posibilidad de que las hojas amarillas se vuelvan verdes después de tratar una deficiencia nutricional, pero no cuente con ello. En su lugar, espera ver nuevas hojas verdes una vez que se haya solucionado el problema.
A continuación, las deficiencias más comunes y sus síntomas:
Nitrógeno – La escasez de nitrógeno es más frecuente que otras carencias porque el elemento es móvil y se lixivia del suelo con el riego. La insuficiencia de nitrógeno provoca el amarillamiento general de las hojas, que empieza por las más viejas.
Potasio – La falta de potasio suele amarillear los bordes de las hojas más viejas.
Magnesio – Esta carencia puede provocar manchas amarillas que se extienden desde el centro de la hoja hacia fuera. Las venas tienden a permanecer verdes. Las hojas más viejas son las primeras en verse afectadas.
Hierro – Este síntoma aparece primero en las hojas más jóvenes, haciendo que el follaje superior se vuelva amarillo con las venas verdes.
Azufre – Un nivel bajo de azufre hace que las hojas jóvenes se vuelvan amarillas. Se extenderá al resto del follaje.
La sobrefertilización también puede causar el amarillamiento, ya que algunos productos químicos pueden interferir con la absorción de nutrientes específicos. Por ejemplo, un exceso de calcio, cobre, fósforo o zinc puede interferir en la absorción del hierro. Lea mi guía sobre la fertilización de las plantas de interior para ayudar a que tus plantas prosperen y tengan un aspecto estupendo año tras año.
Problemas de pH
Los problemas de pH están relacionados con la absorción de nutrientes y pueden contribuir indirectamente al amarillamiento de las hojas. Comprobar el rango de pH preferido por la planta y analizar la tierra puede revelar si estás dentro de los parámetros correctos. (También puede darte una lectura sobre tus niveles de nutrientes).
Sin embargo, es fácil corregir en exceso. Utilizar aplicaciones modestas de azufre en el suelo para bajar el pH o cal hortícola para bajar el pH son buenas opciones. Enjuague el suelo con regularidad para evitar la acumulación de sales de fertilizantes que pueden causar problemas de pH.
Humedad
El estrés de la baja humedad puede causar el amarillamiento y los bordes marrones y secos de las hojas. Esto no será un problema para todas las plantas: algunas necesitan más humedad que otras.
Puedes aumentar modestamente la humedad agrupando las plantas o colocando bandejas de agua cerca; un humidificador de habitación ofrece una solución más definitiva. Sin embargo, no se recomienda la nebulización: puede causar problemas de hongos, especialmente si la planta ya está debilitada.
Corrientes de aire y temperaturas extremas
Las hojas suelen ponerse de color amarillo claro y caerse si la planta está expuesta a temperaturas frías o a una corriente de aire. Situarse en el camino de un aire acondicionado es buscarse problemas.
No hay mucho que se pueda hacer para evitar que las hojas se dañen, pero se puede remediar el problema protegiendo a la planta de las corrientes de aire y manteniéndola en su rango de temperatura preferido.
Condiciones de enraizamiento
El follaje de las plantas con raíces puede volverse amarillo si éstas están dañadas, lo que restringe el suministro de oxígeno, humedad y nutrientes a las hojas.
La solución es trasplantar la planta a una maceta más grande. Puedes podar las raíces si quieres mantener el contenedor o la maceta del mismo tamaño. Lee este artículo para aprender a trasplantar tus plantas de interior sin problemas.
Choque de trasplantes
Irónicamente, trasplantar una planta con hojas amarillas puede agravar el problema.
La mejor manera de tratar el shock del trasplante es dar a la planta los cuidados adecuados mientras se recupera tranquilamente. No abones, ni riegues en exceso, ni muevas la planta de un sitio a otro.
Cuando se aclimate, la planta se recuperará y volverá a producir hojas verdes.
Plagas y enfermedades
Una infestación de plagas o enfermedades puede causar daños en las hojas, deformidad y decoloración, pero no suele ser el amarillamiento uniforme que se observa con otras causas. Normalmente se manifiesta como un amarillamiento localizado, moteado o agujeros en el follaje.
Es importante que compruebe la presencia de plagas en su planta de forma rutinaria, ya que es mucho más fácil tratar con éxito una infestación leve que se haya detectado a tiempo. Ten en cuenta que las plantas estresadas atraen a los invasores, por lo que otros problemas subyacentes también podrían causar el amarillamiento.
Mantener la planta sana es la mejor manera de prevenir la enfermedad.
- Retire rápidamente las hojas infectadas.
- Aísle la planta.
- Asegúrese de que sus herramientas son estériles para evitar una mayor contaminación.
La enfermedad de la mancha de la hoja y otras dolencias pueden afectar a las hojas con una decoloración reveladora. Las manchas amarillas que se extienden pueden indicar una infección vírica; por desgracia, las enfermedades víricas suelen ser incurables y requieren la eliminación segura de las plantas infectadas.
Última palabra
A menos que detectes el problema en una fase temprana, es poco probable que consigas que las hojas amarillas vuelvan a ser verdes. Las hojas amarillas suelen ser un signo de estrés, por lo que debes tomarte el tiempo necesario para identificar cualquier problema de cuidado y resolverlo. El riego excesivo y los problemas de iluminación son los más probables, así que piensa primero en ellos.
Si quieres que tus plantas de interior prosperen, responder a cualquier problema con facilidad y disfrutar más del cultivo de plantas en tu casa, consulta mi libro Plantas de interior fáciles de cultivar.